Por: María Valentina Bonaparte.
¿Escuchaste hablar sobre la Inteligencia Artificial? Probablemente inmediatamente se asocie el término a robots humanoides (como Sophia) o, si nos vamos un poco más hacia la ficción, los futuros conquistadores de la raza humana. Sin embargo no está tan alejada de nuestra realidad cotidiana. Abarca también el Smartphone desde el que lees este post, la computadora a la que accedes con frecuencia o incluso las recomendaciones hechas por tus programas de entretenimiento. Todos forman parte de la llamada IA. Pero, ¿a qué llamamos inteligencia?
Si nos acercamos a una definición aceptada del término, descubrimos que cuenta con determinadas características. Según lo dicho por la Mainstream Science on Intelligence en 1994, es una capacidad mental muy general que implica la habilidad de razonar, planear, resolver problemas, pensar de manera abstracta, comprender ideas complejas y aprender rápidamente y de la experiencia. Implica la capacidad de entender el entorno y de adaptarse a él.[1] Según esto, ¿es correcto llamarlas máquinas “inteligentes por su forma de procesar datos”? ¿Podemos hablar de mentes artificiales?
Algunos estudiosos del tema muestran un mayor optimismo frente a los avances de la IA, mientras que otros tienen una posición más reservada. En ambos casos el interrogante de hasta qué punto las máquinas podrán superar el algoritmo que las configura representa un desafío. Queda claro que, mientras no comprendamos totalmente cómo funciona la propia inteligencia humana, no podremos imitarla de manera artificial. Por el contrario, es probable que estemos construyendo una nueva forma de inteligencia. Sobre este punto podemos introducirnos en un gran debate científico y filosófico.
Ahora bien, si pensamos en las posibles civilizaciones extraterrestres, nos preguntamos qué tan avanzadas son y cuán desarrollada es su tecnología. Suponemos que, en caso de ser factible un contacto, será primeramente a través de una forma avanzada de Inteligencia Artificial que llegue a nosotros. El acercamiento puede darse por medio de una estructura física o por la recepción de ondas electromagnéticas. Teniendo en cuenta que nuestras propias computadoras y programas hace tiempo que superan el famoso Test de Turing, nos encontraremos en una encrucijada al momento de determinar quién está contactándose con nosotros: una inteligencia extraterrestre o una creación de esta que le sirva de emisora.
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[1] Consultado en https://www.elmundodelsuperdotado.com/inteligencia-historia/ y https://www.elmundodelsuperdotado.com/inteligencia-segun-cientificos/