La Universidad Católica de Córdoba le entregará el honoris causa a Víctor Pelli
13/10/15
Se le entregará el 14 de octubre en reconocimiento a su labor con poblaciones de emergencia habitacional. Desde hace 50 años está radicado en Chaco, y es el hermano del prestigioso César Pelli.
TITULO. La Universidad Católica de Córdoba le entragará el Honoris Causa a Victor Pelli.
El arquitecto Víctor Saúl Pelli será honrado el miércoles 14 de octubre, a las 18, con el Doctorado Honoris Causa de Universidad Católica de Córdoba (UCC), Av. Armada Argentina 3555, Córdoba.
Victor Pelli es el hermano de César Pelli, y si bien sus trayectorias son diametralmente opuestas, él también es reconocido internacionalmente pero en su caso por sus aportes como referente en la producción académica y en la transferencia de conocimientos vinculados a la producción social del hábitat en el país y en Iberoamérica.
Pelli tiene 84 años y ha dedicado desde hace casi medio siglo al trabajo con poblaciones en situación de emergencia habitacional.
Tres hermanos. César Pelli, arquitecto, Carlos Pelli, cineasta, y Víctor Pelli, arquitecto y quién será homenajeado esta semana.
Vive en Resistencia, Chaco, desde hace medio siglo. Allí enseña en la Universidad Nacional del Nordeste y fundó el Instituto de Investigación y Desarrollo en Vivienda (IIDVi), que dirigió hasta hace poco.
Su planteo de trabajo tiende a la participación y a la concertación, porque cree que la opinión del beneficiario tiene tanto peso como la del profesional. De esta manera piensa que los barrios informales pueden corregir mejor sus insuficiencias cuando los arquitectos subordinan sus ideas a los criterios de los que viven en el lugar.
Desde su ONG, Instituto para la Comunidad y el Hábitat, trabajó junto con Unicef en el mejoramiento de villas y también con las comunidades quom. Este miércoles el Pelli “menos conocido” trendrá su merecido homenaje.
Les recordamos que el miércoles 14 de Octubre visitará nuestra facultad el Arq. Víctor Pelli, y desde ya están todos invitados, alumnos, ex alumnos y docentes a participar de la conferencia que brindará junto a otros destacados docentes de la RED ULACAV.
Te invitamos a conocer su interesante visión de la enseñanza de la arquitectura en el mundo de hoy y la importancia del proceso y la participación del usuario en la reducción de la pobreza, a través de una serie de citas extraídas de una entrevista realizada al arquitecto en el año 2005.
Mucho conocemos de la obra de César Pelli -diseñador de las Torres Petronas de Kuala Lumpur-, pero poco sabemos de la productiva y admirable carrera su hermano, también arquitecto, Víctor Saúl. Nacido en Tucumán, ha dedicado su carrera al desarrollo de vivienda social, conjugando con éxito la docencia, la investigación, la acción participativa y la asistencia técnica a diferentes comunidades.
Víctor Pelli tiene una visión bastante crítica sobre la enseñanza de nuestra profesión en la actualidad. Su modo de ver esta situación se basa principalmente en el contexto argentino -desde donde realiza su trabajo-, pero concuerda en gran medida con lo que pasa hoy en el resto de Latinoamérica.
“La arquitectura de hoy le entrega productos y servicios sólo a aquel que los pueda pagar”
Para partir, el arquitecto señala que el problema radica en la desconexión entre las escuelas y la sociedad, asegurando que existen algunas universidades que tienen un“cierto aire aristocrático” del oficio, donde la obra de arquitectura se entrega a la sociedad como un bien precioso que no interactúa con la comunidad a la que está destinada. Es por eso que sugiere que debe existir un intercambio mutuo entre las escuelas y la sociedad: “la sociedad como conjunto y su parte más crítica haciéndole a la universidad conocer la realidad, y la universidad haciéndole transferencia al resto de la sociedad de lo que por misión propia tiene acumulado y procesado”.
Para él, la gran mayoría de los estudiantes de hoy están siendo formados dentro de las reglas del mercado, donde según sus palabras, “se le entregan productos y servicios a aquel que los pueda pagar, no al que no los pueda pagar. El que puede pagar, el que tiene muchos recursos para pagar, realmente está de acuerdo en estar a la moda, en lo mejor y lo más actual de las corrientes. Pero todo ese movimiento -que tiene sus justificaciones- hace que se olviden o se posterguen, o se den por inaccesibles los problemas del otro 50%”. La solución se encuentra entonces en hacer efectiva la “responsabilidad de la escuela de re direccionar, de proporcionarle (a los estudiantes) otras lentes para ver la otra parte de la realidad”.
Pelli no está en contra de la construcción de grandes torres ni edificios de lujo, pero le preocupa que este tipo de arquitectura cope la mayor parte de la enseñanza. Según él, esto debiese ser una de las tantas especializaciones posibles dentro de la carrera y no la principal, dejando más espacio a una formación más general en relación con la totalidad del espectro social real.
¿Choca esto con las ilusiones de un estudiante de arquitectura? Víctor Saúl cree que sí:“(al estudiante) no le gusta ser parte de un equipo donde las cosas que salen a lo mejor no van a ser grandes obras de arquitectura. Pero bueno, creo que es parte del proceso de formación: ir formando otro criterio de misión profesional, otra noción de éxito”.
“Yo no tengo obras”: La importancia del Usuario en la Reducción de la Pobreza
Pelli pone al usuario en un papel fundamental dentro del proceso de diseño de una obra y la ve simplemente como una solución a un problema determinado. Es por eso que cuando le piden ver sus obras, el responde: “Yo no tengo obras. Pero no es un juego ni una postura, realmente si uno pone su interés y su trabajo para demostrar que las cosas tienen que ser producidas por un grupo donde el habitante, el usuario, el receptor, es un personaje importante, bueno ¡no son obras mías!”.
¿Cómo puede reducirse la pobreza entonces, a través de la arquitectura? Su respuesta está enfocada en cambiar la idea de la arquitectura como una “producción de objetos” y en centrarnos, como arquitectos, en terminar con la exclusión, no con la carencia.
“Si uno va más allá y cala más hondo en la naturaleza de la pobreza, pasa a proponer que no se piense solamente en el objeto como el elemento activo en la reducción de la situación de la pobreza, sino también en el proceso como un elemento activo. (…) El proceso, con criterios de participación y de respeto –no sometimiento- del punto de vista del receptor y de los otros actores, empieza a funcionar como un reductor de la parte de la pobreza que no es carencia sino exclusión. Ese hombre, sobre todo el beneficiario, entra en la práctica de hacerse cargo del problema, de tomar decisiones, de hacerse responsable, de discutir… en paridad de condiciones con personas que en el esquema convencional de la sociedad están por encima de él y no admiten otro tipo de soluciones que no sean las propias”.
“A mi no me gusta la idea de ayudar a los pobres, yo creo que eso es beneficencia. Realmente a mi me gusta la idea de construir una sociedad donde no haya pobres, que es otra cosa distinta”.
Plataforma Arquitectura. Accedido el 10 Oct 2015. <http://www.plataformaarquitectura.cl/cl/02-321719/victor-el-hermano-social-de-cesar-pelli-y-su-vision-de-la-arquitectura>
El próximo 14 de octubre la UCC distinguirá al arquitecto Víctor Saúl Pelli con el Doctorado Honoris Causa por su reconocimiento como referente en la producción académica y transferencia de conocimientos vinculados a la producción social del hábitat. En este marco, participará también de un intercambio abierto entre alumnos y docentes en nuestra Facultad de Arquitectura, en el que se expondrá sobre la formación universitaria frente a los nuevos desafíos urbanos y habitacionales.
Pelli se ha desempeñado como investigador principal del CONICET desde la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional del Nordeste. Ha ejercido la docencia de grado y posgrado en universidades del país y del extranjero y ha dirigido proyectos experimentales de soluciones habitacionales innovadoras. Es autor de números artículos de referencia sobre temáticas habitacionales y su producción ha sido premiada tanto por entidades nacionales como internacionales.
– ¿Por qué eligió la arquitectura como profesión y vocación? Aparte de su hermano, ¿hay más arquitectos en la familia?
– Bueno, son dos preguntas. Respondiendo a la primera, elegí arquitectura porque en Tucumán, en los años cuarenta, era la única carrera universitaria en la que enseñaban a crear: En arquitectura se aprende creando, desde el primer día. Todavía no tenía decidido un destino profesional concreto, pero sí me importaba que fuera una actividad creativa. Después elegiría. Y después elegí, no sin darme algunas vueltas por otras actividades. Y con respecto a la segunda pregunta: sí, hay más arquitectos en la familia: Rafael, hijo de César Pelli; Margarita y María Bernabela, dos de mis tres hijas.
– Sabemos que usted ha dedicado su carrera al desarrollo de la vivienda social. ¿Cuál sería la visión social de la arquitectura y su relación con la pobreza?
– En la situación de pobreza, como se da en la Argentina de la segunda mitad del siglo XX y este comienzo de siglo XXI, hay un fuerte componente de exclusión. El nivel de pobreza del que estamos hablando, en su mayor parte no es la pobreza del obrero explotado, de la que mucho se ocupó la literatura socio-política europea, sino la pobreza del hombre sin trabajo alguno (a veces por varias generaciones) y librado a su suerte. Es más un excluido que un explotado. Esto no significa que no haya situaciones de explotación sobre los obreros, pero la situación de total exclusión es considerablemente mayor. La gente en estas condiciones carece totalmente de recursos para acceder, por sus propios medios, a la solución de sus necesidades en general y de las habitacionales en particular. Esto requiere estrategias especiales por parte de las instituciones. El planteo que yo cultivo se orienta al trabajo intersectorial y concertado. Esto es un trabajo en el que actúan en un nivel de paridad todos los sectores involucrados: habitantes con derecho a introducir sus criterios y sus intereses, técnicos de una gran diversidad de profesiones, municipio, Estado, etcétera, compartiendo todas las decisiones y responsabilidades del planteo, de la gestión y de la ejecución de un proceso. El arquitecto allí no es el autor de la solución habitacional, si entendemos que la real solución de vivienda es algo mucho más complejo que el edificio o casa. Visto de esta manera, el arquitecto pone su oficio y las herramientas de su profesión al servicio de la elaboración de una solución conjunta y concertada entre todos esos actores.
– ¿Cuál es la relación entre arquitectura y sociedad? ¿Cómo se da hoy en Argentina y Latinoamérica?
– La arquitectura como profesión es una de las que hoy reconoce la sociedad occidental como parte de sus recursos humanos capacitados para resolver sus problemas y demandas, como abogados, médicos, ingenieros, etcétera. La arquitectura como producción social es obra construida que entra en diálogo con todo el mundo de valores intangibles que cultiva una determinada sociedad. En Argentina y en Latinoamérica la arquitectura se da de la misma manera que otros productos sociales: en fuerte tensión entre el esfuerzo de estar atento a las innovaciones producidas por la cultura de los países centrales, y al mismo tiempo responder a las demandas y solicitaciones propias de la situación histórica, social y económica de nuestras sociedades latinoamericanas, que requieren el esfuerzo de generar modelos propios. Cada arquitecto tiene una ubicación en relación a esa tensión.
– Sabemos que la mejora del hábitat contribuye al desarrollo humano, ¿qué significa para usted una mejora del hábitat?
– Lo de mejora está muy ligado a una escala de valores y de prioridades, lo que hace que desde un punto de vista, cultivado por un sector de la sociedad, una obra sea una mejora, y que desde otro punto de vista, la misma obra sea un retroceso o un daño. Siempre, cualquier cambio en la conformación del hábitat da origen a una latente o manifiesta puja político-social.
– Aparte de ejercer su profesión, usted es docente. ¿Cómo ve la enseñanza de la arquitectura en nuestro país?
– Hay muchas carreras de arquitectura en Argentina. Pero uno pensaría que puede considerarse que la enseñanza es, en general, buena, a la vista de la calidad de las obras producidas por arquitectos de todo el país.
– ¿Existe un enfoque específico o una especialidad que apunte a la importancia social de la arquitectura?
– Toda la arquitectura tiene importancia social. Es un componente del intercambio y de la elaboración colectiva. A veces tiene importancia como logro y como avance; otras veces tiene importancia como error y como obstáculo para el avance, o como un directo retroceso; esto también es importante.
– ¿Qué significa para usted la entrega del Doctorado Honoris Causa que recibirá por parte de la UCC?
– Un generoso testimonio del valor que la institución asigna a mi trayectoria laboral y académica. Y esto representa un refuerzo y un aval para la labor que he venido desarrollando. Y también es, directamente, una gran satisfacción.
Les hacemos llegar una invitación muy especial, en el marco de la entrega del premio Doctorado Honoris Causa al Arq. Víctor Pelli se realizará una conferencia con la participación de docentes e investigadores de la RED ULACAV.