1. Institucional
La Licenciatura en Ciencias Religiosas articula la formación y los conocimientos de nivel superior no universitario, impartidos por los profesorados (docencia), con la formación y los conocimientos específicos del nivel universitario (profundización-investigación). Mientras que los estudios precedentes concretados por los alumnos en los Institutos de Formación Docente están orientados a ofrecer una iniciación y una visión sintética y global de la doctrina cristiana y de las principales disciplinas filosóficas y teológicas, la licenciatura se caracteriza por la especialización y profundización de los conocimientos, por la importancia dada a los problemas de método, por el ejercicio del juicio personal y el aprendizaje de las técnicas de investigación. De allí que el dictado de las materias sea bajo la modalidad de seminarios y se orienten a profundizar los conocimientos de las disciplinas teológicas y su vinculación con la filosofía y las demás ciencias sociales con las que interactúa.
La Licenciatura en Ciencias Religiosas, por su objeto de estudio y su metodología epistemológica, enriquece a la universidad y la sociedad al aportar la reflexión teológica sobre las complejas situaciones de injusticia, pobreza y deshumanización a que se ven sometidos los hombres y las mujeres contemporáneos.
Esto implica un diálogo interdisciplinario con otras ciencias, tales como la sociología, la política, el derecho, la economía, la historia, la filosofía, la antropología; las que, al aportar sus métodos y conocimientos específicos, desarrollan y amplían el horizonte del diálogo fe – razón. La presencia de esta nueva carrera en el seno de la Universidad Católica de Córdoba generará campos nuevos de trabajo en conjunto con otras disciplinas y ciencias, instaurando posibilidades concretas de mirar la realidad histórica desde diversos enfoques epistémicos.
En un contexto social –local y global- caracterizado por el pluralismo, la fragmentación y el cambio, la presencia de instituciones universitarias dedicadas a la formación de profesionales – futuros formadores y educadores en la fe- es imprescindible para la integración social en torno a la cooperación y la tolerancia, así como para el desarrollo de actitudes y conductas pro-sociales que favorezcan el estilo de vida pública democrática.
La formación universitaria teológica de religiosos/as y laicos/as es vital para nuestra cultura nacional, en que las exigencias sociales claman por una nueva construcción del espacio público. Desde la reflexión y el juicio crítico se instauran ámbitos para pensar y edificar un modo de convivencia social centrada en valores de compromiso y responsabilidad con el otro, de conciencia crítica de la realidad, de búsqueda tolerante de la verdad, de aceptación de las diferencias y de transformación de las estructuras injustas y alienantes.
Dicha formación universitaria de laicos y laicas favorecerá también el crecimiento de la misma comunidad eclesial, al generar un ámbito de estudio, diálogo y reflexión abierto a todos los miembros del Pueblo de Dios. Colaborará, al mismo tiempo, para que la Iglesia en Argentina pueda realizar de manera más competente su aporte específico a la sociedad, particularmente el servicio de la fe y la promoción de la justicia.