Prótesis sobre implantes dentales

Por , 27/11/2017 16:22

En casos de pérdida de todos los dientes naturales, existen dos tratamientos con implantes dentales con los que podemos restaurar toda la arcada superior o inferior o ambas con unas prótesis fijas sobre implantes.

Son tratamientos complejos que necesitan unos estudios detallados y minuciosos de diagnóstico y tratamiento, pero si son realizados correctamente, dan como resultado unas magníficas restauraciones

 

Prótesis fijas de metal-cerámica sobre implantes dentales

Son rehabilitaciones completas sobre implantes realizadas en una estructura de metal-cerámica. Son prótesis con una calidad estética muy elevada, pero han de estar bien diagnosticadas para que no surjan problemas a la hora de colocarlas.

Prótesis fijas sobre implantes dentales de resina

También conocidas como prótesis híbridas, son rehabilitaciones completas sobre implantes realizadas con una estructura de metal y resina. Poseen también una gran estética.

completas de la boca, semejando en gran medida a una boca natural.

Diferencia entre prótesis fijas y removibles

Por , 27/11/2017 16:02

Ante la ausencia de piezas dentales se llevan a cabo distintos tratamientos, con los que reponer los dientes y muelas ausentes, con el fin de mejorar la estética, la masticación y el habla. Como su propio nombre indica, las removibles el paciente se las puede quitar y poner cuando quiera, a diferencia de las fijas, que no pueden ser retiradas por el paciente, puesto que están sujetas a otros dientes o implantes dentales.

Fijas:

El dentista tallará los dientes para que sirvan como soporte para colocar las prótesis fijas. Las más comunes serían las carillas, las coronas y los puentes.

  • Coronas: elementos individuales que se cementan sobre la pieza dental o un implante. Puede ser metálica, de cerámica o mezcla.
  • Puentes: sustituyen piezas dentales, reproduciéndolas a la perfección para que resulten imperceptibles.
  • Carillas: láminas finas que se colocan en la parte frontal del diente. Función estética en casos de rotura, ennegrecimiento o separaciones interdentales.

También puede colocarse una prótesis fija sobre implantes dentales. En este caso, la prótesis va sujeta sobre uno o varios implantes de titanio que hacen la función de raiz del diente, y sobre los que va sujeta la prótesis dental, ya sea una corona o un puente con varias piezas. El implante dental es, actualmente, la mejor solución.

Removibles: 

Completas: comúnmente conocidas como dentaduras postizas. Es la opción idónea para los pacientes que no conservan ningún diente.

Parciales: cuando el paciente aún mantiene alguna pieza dental que pueda contribuir a la retención de la prótesis.

Diferencias prótesis tradicionales e implantes:

  • Los implantes dentales se fijan por completo a las encías, lo que evita cualquier riesgo de desplazamiento y da mayor sensación de comodidad.
  • El impacto sobre los dientes adyacentes es mucho menor con los implantes.
  • Los implantes dentales son una opción mucho más fuerte y resistente gracias a la osteointegración del hueso.
  • No necesitan ningún diente secundario para su aplicación; al contrario, son totalmente individuales y además también son reversibles; si algo sale mal se puede empezar de nuevo. Pero la prótesis necesita dientes sanos y además es un proceso irreversible, una vez tallado el diente, es imposible recuperar su estado natural.
  • Complejidad en la limpieza de la prótesis (profunda y laboriosa) a diferencia de lo que ocurre con los implantes (como si fueran dientes naturales).
  • Mejor vocalización, masticación y más rápida adaptación a los nuevos dientes por parte de la gente que ha optado por los implantes, ya que los sienten como propios.

                                                  

 

 

 

La técnica que revoluciona los implantes dentales

Por , 27/11/2017 15:54

Álvaro Bastida Freixedo llevaba veinte años ejerciendo la profesión de cirujano odontólogo en Vigo hasta que un día, la piedra de toque que siempre le ha guiado –la búsqueda de eficiencia- le convirtió en uno de los jóvenes especialistas en implantología más innovadores del momento. El sistema pionero que desarrolla, al que patentó como Filo, ya es demandado por sus colegas de cuatro continentes que aprenden y ensayan su técnica en un aula de formación en Ourense, la primera que se crea en España de estas características.

 
 Para este odontólogo, la cirugía moderna en implantología dental debe tender hacia intervenciones mínimamente invasivas, porque son menos cruentas y mucho más cómodas para los pacientes, tanto durante la intervención como en el postoperatorio. Ya en su época de estudiante, Bastida se sumergió en los trabajos pioneros en este campo de varios reconocidos implantólogos europeos que triunfaron en las décadas de los sesenta y setenta, como Stephano Tramonte, Dino Garbaccio o Ernst Bauer, y de ahí surgió su interés por la búsqueda de un implante diferente, de una sola pieza, evitando el bisturí y los puntos de sutura, hasta que lo logró.

Poco a poco fue desarrollando su propia técnica e incorporando nuevos protocolos de planificación de cirugía, en la que el TAC digital es fundamental, y diseñando a la vez instrumental específico y de prótesis (que fabrica para él una firma suiza), lo que garantiza que el paciente tenga piezas dentales en todo momento del tratamiento. Además, añadió técnicas avanzadas como la implantación en zona pterigoidea y elevación de seno maxilar, ambas con abordajes mínimamente invasivos que son los elementos esenciales que definen el sistema Filo.

 “Lo bauticé con un acrónimo formado por las iniciales de los nombres en inglés de los principios técnicos en los que se basa: Flapless (cirugía sin bisturí ni sutura); Inmediate Loading (dientes desde el primer día) y One-piece (uso de implantes de una pieza). Hoy día resuelvo todos mis casos clínicos con este enfoque”, explica Álvaro Bastida.

En la búsqueda de la eficiencia, un principio esencial que también transmite a sus colegas y alumnos, el padre de Filo se formuló tres preguntas antes de aprobar su propia técnica, frente a otros procedimientos de manual: ¿Es más seguro obteniendo buenos resultados? ¿Es más simple en cuanto a los pasos y el instrumental necesario? ¿Es más breve en el tiempo requerido? Las respuestas fueron afirmativas.

 “A mi juicio son tres los criterios en los que se basa la técnica que he patentado: seguridad, simplicidad y brevedad. He intentado aplicarlos a lo largo de mis más de veinte años de experiencia con implantes dentales, siempre con la vista puesta en ofrecer el mejor servicio al paciente. El resultado de este largo proceso de decantación es el sistema Filo, una implantología en busca de la eficiencia.

A raíz de publicar algunos casos clínicos le llovieron las invitaciones para asistir a congresos internacionales de implantología. La respuesta de los colegas fue sorprendente, ya que vieron en el sistema Filo una alternativa en la vanguardia de esta especialidad y, a partir de entonces, Bastida imparte cursos y conferencias en diferentes países, además de España, como Alemania, Austria, Turquía, Lituania, Dubai o Taiwan. “Compartir experiencias y conocimientos con colegas de países y culturas tan diferentes es sumamente interesante y enriquecedor, su respuesta me motiva mucho”, comenta.

En uno de sus cursos prácticos que le llevó a Estambul, Álvaro Bastida recuerda que había colegas no sólo turcos, sino también de lugares tan distantes como India, China, norte de África e incluso de Tanzania. Todos ellos habían asistido de oyentes a una ponencia que meses antes había presentado en Colonia (Alemania), en el seno de la IDS, una importante feria del sector dental. “Aquello me abrumó, porque cuando te das cuenta de que hay compañeros de profesión dispuestos a viajar miles de kilómetros para formarse contigo te entra un sentimiento de enorme responsabilidad. Tienes que darles lo mejor de ti para que su esfuerzo les merezca la pena”, explica.

En 2015, surgió la idea de fundar su propia aula de formación por donde ya han pasado, además de dentistas españoles, colegas de América y Asia. “Muchos doctores, tras asistir a mis cursos y conferencias, solicitaban algo más, querían ver en directo cómo planifico, opero y resuelvo la parte protética en casos reales”, argumenta Bastida.

El aula está conectada mediante circuito cerrado de televisión con un quirófano para retransmitir las intervenciones en directo. De esa forma los cursillistas pueden aprender la teoría y la práctica aplicada en un paciente en tiempo real. Allí trabajan con las técnicas diferenciales del sistema FILO, implantes monobloque, que a diferencia de los habituales de dos piezas, son macizos, no tienen juntas de conexión ni tornillos internos, lo que les hace muy resistentes.

Esta implantología mínimamente invasiva tiene unos requerimientos técnicos especiales, por lo que Bastida también desarrolló un juego de instrumentos específico para su patente. “La empresa suiza que suministra los implantes fue muy receptiva a mis ideas y fabrica este conjunto de instrumentos para mí y mis alumnos”, subraya el odontólogo, que también diseñó unos compactadores óseos que permiten una preparación muy conservadora y atraumática del lecho del implante en el hueso.

Bastida defiende que “la implantología genera mayor calidad de vida y esta a su vez, mayor cantidad de vida”. Asegura que nunca es tarde para poner implantes dentales y que a partir de los 18 años ya se pueden hacer estos tratamientos. “Ese viejo sueño de tener una nueva generación de dientes ya es posible. Los pacientes jóvenes, que todavía conservan la mayor parte de sus dientes, buscan recuperar la estética reponiendo con implantes las piezas perdidas, sin alterar ni desgastar los adyacentes. Y las personas mayores buscan, sobre todo, recuperar la función masticatoria y son las que más se benefician, no solo al comer, también al hablar; se sienten más seguros en su vida social”, infiere.